martes, 18 de agosto de 2009

Cuando Llueve en Santiago

Todos se esconden, los perros duermen enrollados como pretzels ... la gente se "da permiso" para dormir 20 minutos más. Se esconden en la cama y dejan los ojos afuera, miran por la ventana. Los curiosos prenden los televisores, para ver si tienen que ir a trabajar, para ver si suspendieron las clases, o el infaltable periodista parado con la señora Juanita. Los más tranquilos se quedan en silencio, escuchando el sonido de las gotas golpeando el suelo.

Cuando llueve en Santiago, los automovilistas salpican a la gente, para luego caer en algún "evento" escondido. La lluvia castiga al que se apura.

2 comentarios:

  1. Cierto...el comportamiento de la gente cambia notoriamente.

    Los días lluviosos inciden directamente en el tipo de música que escucho. Por lo general prefiero escuchar discos melancólicos, como el Adore de Smashing Pumpkins, o el How to measure a planet? de The Gathering. Conozco mucha gente a la que le ocurre todo lo contrario: sienten la necesidad de sentir sonidos cálidos y alegres.

    Saludos

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  2. Amé tu última frase "La lluvia castiga al que se apura", pucha que es verdad.

    ¿Te hay fijado que si vai corriendo bajo la lluvia te mojai más si estai parado?

    No es un gran pensamiento, pero igual es verdá.

    Tengo una amiga que vivió en Valdivia, sus papás vivían en Stgo y cuando llovía la mamá la llamaba y le decía:
    - Hija, no vayas a la universidad, está lloviendo fuerte.
    La Andre se moría de la risa y le respondía:
    - Pero mamá, acá llueve todos los días, imagínate si nos escondemos como en stgo. nadie haría nada.

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